Si vemos que una persona (compañero, alumno,...) muestra signos o evidencias de sentirse mal psicológicamente, lo más fácil y adecuado es decirle que la UDC tiene un servicio de atención psicológica y remitirle al contacto de Afrontemos. Al brindarle esa información, le estamos proporcionando una alternativa de ayuda. Y, obviamente, será esa persona a la que quieres ayudar la que tomará una decisión personal sobre su situación de malestar y el tipo de ayuda que desea o necesita.

Sin embargo, hay situaciones en las que la sencilla acción de informar, a esa persona que nos preocupa, de la existencia del programa Afrontemos resulta complicado o ineficaz y esto nos puede generar más preocupación o incluso alarma. En ocasiones, puedes sentir o tener evidencias de que la situación de malestar o crisis psicológica es severa o está empeorando y no sabes cómo ayudar.